ELIN LUQUE AGRAZ
Hoy en día, el exvoto continúa con su
función documental al retratar a la sociedad mexicana en todos sus ámbitos y, por
ello en este artículo se le ha denominado de esta forma ya que al igual que la
prensa sensacionalista da nota en forma cruda, sin ninguna veladura de diversos
acontecimientos cotidianos. Tristemente se muestra lo que da la bitácora votiva
hoy en día y que apena mucho sean sucesos ciertos: el narcotráfico no es tema
pasajero. Es una fenomenología de la crueldad que deja huella indeleble en las
comunidades que asola. Pero es parte de la sociedad contemporánea, y la
narrativa que se hace cargo del tema busca, y en mucho consigue, congelar la
estampa de una época, retratarla, mantenerla viva en la memoria colectiva.
(Imagen
Núm. 1).
Imagen Núm. 1
Exvoto de una pareja de campesinos que
siembra mariguana.
Cartela:
Damos gracias infinitas al Santo Jesus
Malverde porque se nos dio muy bien nuestro sembradío de mariguana y logramos
vender muy bien la cosecha y con eso nos vamos a comprar unas vacas y unos
marranitos. Juan y Josefa Maria
Ermita del culto alternativo a Jesús
Malverde, Culiacán, Sin.
En este exvoto que una pareja de
campesinos dedica al protector de bandas
que trafican con migrantes y narcotraficantes, “Jesús Malverde”, su
agradecimiento por su sembradío de mariguana. El culto alternativo de Malverde
sale del perfil de cultos tradicionales pero es inevitable citarlo por la
actividad tan importante que se viene
desarrollando en su ermita (capilla Malverde), con sus muros tapizados de dólares
en la ciudad de Culiacán, Sinaloa
(Imágenes Núms. 2 y 3). En su interior se puede apreciar el nicho
dedicado a “La Santa Muerte”, otro de los cultos alternos arraigados en
ciudades y barrios que son puntos críticos de la delincuencia organizada, como
son el barrio de Tepito y la colonia Doctores en la ciudad de México, junto con
ciertos puntos de las ciudades fronterizas de Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo
Laredo. Ambos cultos están hoy en día en simbiosis para proteger a los grupos
involucrados con el crimen organizado y el tipo de exvotos que se les depositan
son fotografías, veladoras, amuletos, dólares estadounidenses en billete,
mensajes y copias de pasaporte, por mencionar algunos, pero salen del perfil de
los objetivos tradicionales de los estudios sobre exvotos.
1 En relación a la evolución de este
culto se ha venido desarrollando una “narco-cultura”, que consiste en unas
canciones llamadas “narco-corridos”, junto con una indumentaria en la que
destaca el narco-sombrero, cinturón y botas. La ermita dedicada a Malverde se
encuentra ubicada sobre la Avenida Independencia, s/n (“domicilio conocido”),
Culiacán, Sinaloa.
Imagen Núm. 2
Vista de la fachada de la ermita del
culto alternativo de Jesús Malverde. Culiacán, Sin.
A.
B.
Imagen Núm. 3
Interior de la ermita del culto
alternativo a Jesús Malverde:
A. Nicho de la Santa Muerte con
exvotos.
B. Nicho de San Judas Tadeo con
exvotos.
Ermita del culto alternativo a Jesús
Malverde, Culiacán, Sin.
Para comprender la “llaga abierta” del
narcotráfico se cita lo siguiente:
El narcotráfico es acertijo irresuelto y signo de
disolución social que en México parece haber rebasado los cartabones mundiales
del arquetipo. Aunque aparenta simple procuración desquiciada de evasión y
delirio por un lado –la demanda- y avidez por dinero fácil de otro –la oferta-,
es en realidad un fenómeno con matices y ramificaciones sociales quizá
infinitas como los mecanismos de la ilegalidad: el trasiego de lo prohibido
siempre encuentra cauce al bolsillo ajeno. El clandestinaje del narcotráfico
encaja particularidades regionalistas donde lo geográfico y lo local son
relevantes –los cárteles y sus gremios suelen adueñarse del colectivo a partir
del sitio específico: de Tijuana, de Sinaloa, del Golfo, de Juárez, La Línea,
Familia Michoacana- , y ha dado pie a una cultura subterránea con vasos
comunicantes endémicos, su propio lenguaje y hasta sus propias deidades, como
el culto a Jesús Malverde, de cepa sinaloense, o la extrapolación del culto a
la Santa Muerte nacido en la polisemia contracultural de Tepito y luego
extendido, por macabro, presunto patronazgo de los sicariatos, a buena parte
del país y del extranjero, desde las pandillas del barrio Logan, en San Diego,
hasta las maras centroamericanas. El
narco, como hampa o como personaje, como forma de vida y como cultura de lo
clandestino, capitaliza una base social enfrentada a la pobreza, a la escasez
de oportunidades de desarrollo y a sus propios rencores de clase. El
narcotráfico ha creado así una subcultura temida y anhelada por la masa
desposeída con lo que podría llamarse sincretismo moral, esa moral que tolera,
en pos de un fin, los medios más extremos de competencia y control territorial
si se guardan algunas demosóficas formas, como venerar a sus santos patronos y
observar códigos de conducta propios de cada grupo o región .
Lo anterior permite un acercamiento a
los lineamientos de esta nueva fase de intromisión de otra forma votiva
producto del temor a ser victimado por la delincuencia organizada y que ha
generado a la vez decaiga el exvoto pictórico para dar paso al mensaje
conceptual a través de las actas-denuncias que se levantan ante los Ministerios
Públicos y que se cuelgan en los muros
de los santuarios como exvotos y que va tomando cada día más fuerza en el
México contemporáneo haciendo su propia otra historia y mostrando la fase
actual de la evolución histórica de los exvotos, (Imagen Núm. 4).
2
MOCH, Jorge, “Los papeles del narco”, en La Jornada Semanal, número 812, 26 de
septiembre de 2010, pág. 8.
3 El Ministerio Público tiene su origen en el
derecho español, que preveía la existencia de funcionarios denominados
fiscales, encargados de promover la justicia y perseguir a los delincuentes.
Actualmente es la autoridad encargada de levantar las denuncias presentadas por
los ciudadanos para así dar comienzo a las averiguaciones correspondientes.
Imagen
Núm. 4
Exvotos
por secuestro y homicidio.
Colección
Santuario de Plateros Santo Niño de Atocha, Fresnillo, Zac.
Ahora
en México hay una especie de rifle sanitario a humanos disfrazado de guerra
contra el narco. Pro esto no es novedad y la respuesta de los pueblos mexicanos
se ha dado por la vía de su identidad cultural, utilizando uno de sus símbolos
más destacados: los santos patronos. Encabezan la lista de hierofanías la
Virgen de Guadalupe, la San Juana, el Santo Niño de Atocha y la Virgen de
Juquila.
Por
último, hay que mencionar que aunque los santuarios milagreros se entregan en
forma continua este tipo de exvotos sensacionalistas esto no quiere decir que
se haya sepultado por completo la tradición de entregar un exvoto pintado.
Estos son en menor escala pero siguen formando parte de la historia cultural
por los exvotos vistos a través de los retableros activos hoy en día y que han
permitido su permanencia.
Finalmente,
se señala que las colecciones de exvotos
pictóricos que resguarda México son una
crónica documental notable, junto con otros temas alternativos poco
estudiados. Son también, sin duda alguna, uno de los patrimonios culturales más
sobresalientes que posee este país latinoamericano.
4
A este fenómeno social ligado con varios aspectos de las identidades en
México, Samuel Huntington le llamó la “cultura del taco” y advierte del peligro
que representamos para ellos definiendo la actual situación como “choque de
civilizaciones”. En su libro titulado ¿Quiénes somos?: los desafíos a la
identidad nacional estadounidense define
a los mexicanos como una amenaza para su país. Para consultar un análisis de la
obra del tal Huntington ver:
http://www.revistadelibros.com/articulos/la-amenaza-mexicana, consultada el 10
de mayo de 2012.